Ya va tocando poner una comparsa de Jose Luis Bustelo. Ésta es del año 2004, con letra y música de él mismo. Después de quedarse fuera de la final un año anterior con Los Hechiceros, y conseguir un año antes un cuarto premio con Simplemente Cádiz, la comparsa se cuela en la final consiguiento un segundo premio tras La Cárcel Vieja. El tipo, de jardineros con su regaera. Gran comparsa, con un pasodoble precioso, y una presentación impresionante.
Jose Luis Bustelo tiene un blog, que lo recomiendo porque hay cosas muy interesantes. Y también habla de sus comparsas, como con Los Regaeras.
Y aquí, una entrevista a Jose Luis Bustelo, en el blog El Carnaval de Puertatierra p'aca, de los amigos Ventolero y Bermauntier. Primera parte de la entrevista y segunda parte.
Presentación
Una vez soñé contigo,
Tacita de mis amores,
se volvieron tus ladrillos,
como ramitos de flores.
Y yo medio jardinero,
llevaba en mi regadera,
agüitas con mil te quieros
pa tí por si no lloviera,
pa tí por si no lloviera..
Un loquito jardinero,
que se muere y canta
por la tierra de su vida.
Siempre mirando pal cielo,
por si algo te falta, maldita sequía..
Todo Cádiz mi jardín,
todo Cádiz de color,
hasta que yo me volviera..
Loco, loquito por tí, loquito loco del tó..
y como una regaera..
Yo regaré tus murallas bonitas,
yo regaré tus playitas y arenas,
y yo te riego Tacita de aguita bendita
que apague tus penas..
Y así cantando te riegan,
los locos que llevan
a Cai en sus venas..
Una vez soñé contigo,
Tacita de mis amores,
se volvieron tus ladrillos
como ramitos de flores,
Una vez soñé contigo,
Tacita de mis amores,
se volvieron tus ladrillos,
como ramitos de flores, de flores,
¡de flores!
Tacita del alma
Tacita del alma te llevo en mi sangre,
la sangre de un hijo que Cai ha parido.
Y aunque con carita del paro y el hambre,
pa mi chiquitita, serás lo mas grande,
que yo siempre al lado tuyo
y tú siempre al laito mío.
Y como te quiero perdona que diga,
que me parto de la risa
viendo a los que se bautizan gaditanos por ahí,
que sin nacer en tu suelo
por este suelo se emboban,
ser de Cádiz está de moda
por lo visto hasta en Madrid.
Si desde fuera tú te llamas gaditano,
hoy te invitamos que te vengas a vivir,
sin una casa ni el derecho más humano,
un trabajo pa tus manos.
Ni un sitito, ni un sitito pa morir.
Y déjate de tantas historias que te sabes de la Pepa,
de nuestra gloria de la Caleta, y del Pirulí.
Ser gaditanos no pueden quienes no han vivido ésto
y menos ya por supuesto por nacer donde se quiere.
Con el respeto que debe, esta tierra no es tu suerte,
con la tuya vive a muerte y no pierdas los papeles,
Cádiz jamás va a dolerte, lo mismo que a mí,
lo mismo que a mí me duele.
Pasó don Manuel
Pasó don Manuel despacito el rellano,
y al laito suya también doña Elena.
De vuelta al asilo, la anciana y anciano,
igual que chiquillos, los dos de la mano.
Que parecían sus dedos, eslabones de cadena.
Y en una sombrita del patio sentaos,
donde dentro de sus muros,
la viuda y el viudo,
ellos se han enamorao,
a sus amores pasaos,
les van echando los velos,
y dejando bajo el suelo,
lo que el suelo se ha llevao.
Pero resulta que sus hijos no comprenden,
que se enamoren y se quieran a su edad.
Y no permiten, dos extraños que se entienden,
viejecitos que pretenden,
no morirse, no morirse en soledad.
Y doña Elena a don Manuel,
y don Manuel a doña Elena,
abrazaitos callan su pena,
y tó les da igual.
Porque sus hijos profanos,
no se enteran del consejo,
que pal futuro de un viejo,
ya es más tarde que temprano.
Pero detrás del rellano
no renuncian a sus vidas,
y que siempre Dios bendiga
el amor de los ancianos,
que solo quieren morirse,
cogiditos de, cogiditos de la mano.
La copla de Cádiz
La copla de Cádiz parece que vuela,
como banderitas de las libertades,
pero se pregunta por mucho que duela,
si ya más que nunca vive presionera,
de la mano carcelera
que no aguanta sus verdades.
La mano de algunos como antiguamente,
bandoleros que al asalto,
consejeros de los palcos
tantas veces por aquí,
con sus tijeras cortando
a Cádiz para mí desgracia.
Y su falsa democracia
lo que no pueden decir.
Pero a mis coplas
no la encierran con las rejas,
y me la mandan condenada al paredón,
los herederos del silencio de las viejas
y un gobierno que no deja,
que se cante, que se cante una canción.
Y se le cortan los cojones
a la pluma en mi Tacita,
ni se le pone, ni se le quita..
a Cádiz su voz.
Ni se le cierran ventanas
a cantar los que pensamos,
que a los hombres gaditanos
eso no nos da la gana..
Y a mi copla gaditana,
si te duele y te provoca,
dale palos en la boca,
para el fuego de tus llamas,
hoy puede que tú la calles,
pero volverá..
pero volverá mañana.
Maldita la hora
Maldita la hora que yo te he querío,
que yo te he querío y que tú me has pegao,
aquí reviviendo que fuimos dos críos,
que acabaron siendo mujer y marío.
Y en el tiempo que ha corrío
ay que ver, cuanto has cambiao..
Cogistes la flor que yo puse en tus manos,
desde niño la cuidaste,
de cariño la regastes con los besos de tu amor.
Pero a los años cambiastes
y en los golpes de tu fragua,
la dejastes sin el agua
que merece cualquier flor.
Y aquel amor me lo cambiastes dime dónde,
por el insulto, por el golpe y moratón.
Y con tu puño te escondistes de los hombres,
tal y como corresponde, a un cobarde..
a un cobarde y maricón.
Y le pegastes a tu mujer,
de tu jardín la flor más bella,
y en su carita la triste huella.. de tu corazón.
Aquellos niños de novio
fueron mujer y marío,
con lo que yo te he querío
y me has conducido al odio.
Tú ya tienes tu castigo,
sin los tuyos a tu lado,
con lo mal que me has tratado,
todo el mundo te maldijo.
Y no hes que yo no te quiera,
no te quieren ni..
no te quieren ni tus hijos.
La flor más bonita
La flor más bonita y alegre del día,
señora del campo la llevo en mi trigo,
y con los caminos de mi fantasía,
yo me la imagino que es la tierra mía,
margarita Andalucía, con sus ocho petalitos.
Y éste regaera loquito perdío,
ahora quiere deshojarla,
de la sombra que la amargan
y que esconden su color.
Quitarle sus malas hierbas,
y negras enredaderas,
para que todos las vieran
la más grande bajo el sol.
Y yo le arranco su tristeza y añoranza,
ocho penitas de andaluces que no están,
y le devuelvo petalitos que descansan,
con el verde de esperanza,
con el blanco, blanco de su libertad.
Andalucía, florecitas,
verde y blanca de los campos,
la margarita que quiero tanto,
y vengo a regar.
La tierra de mis amores,
que me duele en mis entrañas,
y en el jardín de mi España,
si me falta ya no hay flores.
Yo no la quiero en postales,
que la muestren cada día,
con caritas de alegrías,
con flamencos y olivares..
Yo solamente la quiero,
como se quiere..
como se quiere a una madre.
Los niños no tienen la culpa de nada
Los niños no tienen la culpa de nada,
y como son niños jamás se respetan.
Cuando los demonios enseñan la cara,
y en un matrimonio los dos se separan,
al pequeño que pregunta:
calla niño y no te metas.
Y por los despachos un niño olvidao,
da lo mismo lo que piensa, lo que diga,
lo que sienta, ni al derecho ni al revés.
Tan sólo son dos mayores
que escuchan dentro de un cuarto,
la manera y el reparto
que del niño diga un juez.
Y muchas veces la locura de una madre
que por venganza mete al niño en su prisión,
y por más gente y muchos perros que le ladren
lo arrebata de su padre que por eso lo parió.
Los inocentes que tragan nuestras penas y locuras,
y los que pagan las amarguras de nuestro dolor.
Niños que manipulamos
como si fueran juguetes,
pidiendo que se respeten
pero nunca respetamos.
Maldita vida comprada
y asesina del cariño.
Un respeto por los niños,
que no hay cosa mas sagrada,
que ellos no tienen la culpa,
no tienen culpa..
no tienen culpa de nada.
Actuación en la final
Con una muñeca
Con una muñeca debajo del brazo,
y dos lagrimitas por esas mejillas,
después de los besos y de los abrazos,
por la pasarela subieron sus pasos,
al barquito que se lleva
de mi vera a mí chiquilla.
De vuelta a su tierra, su casa y su gente,
del país donde ha nacido,
tres meses vivió conmigo
y ahora yo le digo adiós.
De vuelta con su pobreza,
mi pequeña de acogida,
con lo duro de ésta vida,
la maré que me parió..
Y aquí me encuentro maldiciendo su desdicha,
y bendiciendo a su pobre corazón,
mirando al barco que se la llevó deprisa,
arrancando mi sonrisa,
desde dentro, dentro de su habitación..
Maldita sea quien me dijo
que los hombres nunca lloran,
y aquí me tienes llorando ahora..
su desilusión.
El barco en la lejanía
se despide con el tiempo
y yo en el muelle presiento
que no volverá en la vía.
Pero de golpe y porrazo
la sonrisa me aparece
porque el sueño de tres meses,
mi cariño y mis abrazos,
se los llevó en su muñeca,
debajito de..
debajito de su brazo.
Estribillo
Y aquí está mi regaera,
con el agua y el fresquito,
pa el jardín que es más bonito,
donde siempre es primavera..
Por tí Cádiz chiquitito,
estoy como una regaera,
y me vuelvo más loquito..
si me quitan de tu vera..
4 comentarios:
Un honor de categoría que nos hagas referencia, compañero... y una comparsa del copón!! Nos seguimos leyendo.
Un abrazo la mar de carnavalero.
Que peaso de comparsa, que bien cantado, que sencillito. No se sabe con que quedarse. Otra cosita artista: Vaya peaso de blog, y ya sabes que si te hace falta algo en el libretodecarnaval tienes una par de amigos.
Un abrazo,
Pernu.
Gracias hombre, lo mismo digo. A los dos, para lo que necesitéis aquí estamos.
: )
Que arte tiene este blog, y yo pienso que el q la echo tiene que tener mas arte todavia. Pedazo de blog, si señor. VIVA CAÍ...
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