¡Muy buenas!. Hace algo más de un mes que no actualizo el blog, pero es que entre que se me estropeó el ordenador y la flojera del verano.. lo he ido dejando. Hace cosa de mes y pico di con dos pasodobles de La factoría que no se llegaron a cantar en el concurso y la verdad es que me encantaron. Aparte, en general, creo que la comparsa de Luis este año ha cumplido bastante bien, y es una para tener en cuenta siempre para pelear por los puestos altos de la tabla. Los dejo por aquí, uno es a la 'droga' de los Carnavales, y otro a las bodas de oro:
Dicen que la provoca
Dicen que la provoca
los Carnavales, los Carnavales,
la enfermedad que se mete por dentro
y te llega hasta el alma.
Igual que hay muchas coplas
ay quien no sabe, ay quien no sabe,
cómo lograr quitarse ese veneno que tanto te ataba.
Hay quien la lleva tan dentro
que la va contagiando de manera hereditaria,
y otros se sienten tan presos
que reniegan tenerla hasta que logran refugiarla.
Y son los más enfermos, aunque quieran odiarla..
Dicen que los gaditanos
que no la han sufrido
se sienten frustrados frente a su destino,
bañados siempre por la locura.
Van surgiendos nuevos casos mientras pasa el tiempo
y en muy pocos años se sigue extendiendo
mucho más lejos de Cortadura.
Hay quien no se resigna y sigue buscando la cura,
y hay otros que se entregan y hasta caen en la locura.
Dicen que don Paco Alba nunca consiguió curarse,
lo mismito que Fletilla, Agüillo y Cañamaque.
Y aunque nunca sabrá nadie, si se cura esta agonía,
mientras no me llegue el día,
volveré siempre a cantarte,
enfermo de Carnavales,
toda mi vida, toda mi vida,
toda mi vida..
Me mataban los nervios
Me mataban los nervios,
tan solo al verte, tan solo al verte.
Como recuerdo, cruzabas las puertas
del templo del Carmen.
Y aunque no ibas de blanco,
tu luz de siempre, tu luz de siempre,
se reflejaba en la eterna sonrisa
que supo atraparme.
Es todo tan diferente
de aquella primavera que llegabas con tu padre,
si es nuestro hijo el que viene,
y te lleva del brazo porque se casa su madre.
Que Dios tenga en su gloria,
quien fueron nuestros padres.
La Iglesia medio vacía,
donde se encontraba solo la familia
que estaba invitada a un desayuno para celebrarlo.
Hoy es una Iglesia llena
casi abarrotada, y luego una gran fiesta
que está preparada, para celebrar por todo lo alto.
La foto del estudio con los dos
en blanco y negro,
hoy es un reportaje en la Alameda de paseo.
Si hasta las flores del ramo,
lucen más con tu reflejo,
tantas cosas han cambiado
que me fallan los recuerdos.
Pero todavía hay algo,
que no cambia con el tiempo,
y es que aunque seamos dos viejos,
después de cincuenta años,
hoy de nuevo te he jurado
cuánto te quiero, cuánto te quiero,
cuánto te quiero..
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