sábado, 1 de mayo de 2010

Los Santos

Vamos con un comparsón, el primer premio de este pasado concurso de 2010: 'Los Santos'. Agrupación de Jesús Bienvenido Saucedo. Tres años en solitario lleva en el concurso del Teatro Falla y tres finales. Año 2008 con 'Los mendas lerendas' con un segundo premio. Un tercer premio en el curso siguiente con 'Los trasnochadores', y este primer premio de 2010. Nadie en estos tres años de cortes de cuartos / semifinal / final, con final a tres grupos por modalidad lo había conseguido, salvo este hombre y su grupo, así que es de alabar. Por aquí dejo el repertorio, que tiene unos pasodobles brutales:



Presentación



Santo, santo, santo..
Aquí mando yo.
En este barrio mando yo
y no manda más nadie.
Y si alguien quiere mandar
que se ponga en la esquina de atrás,
que aprenda y calle,
que aprenda y calle.

Porque yo soy un delincuente
(pero decente).
Yo soy un maleante
(pero elegante).
Que yo soy malo malo y carne de delito.
Mi corazón de nadie.
Mi llanto es por mi gente
y mi religión, la calle.
Aquí mando yo.
En este barrio mando yo
y no manda más nadie
y no manda más na..

Niña, niña. Niña, ha llegado El Santo.
El forajido.
Atracador, carterista, ratero,
pícaro ladrón,
caco, salteador de caminos,
incansable bandido de tu corazón.
Tú pide, tú pide por esa boca, tú pídeme.
Tú quieres que yo robe, yo robo;
que mate, yo mato.
Que yo le ajusto las cuentas a quien quieras tú
y formo el taco.
¡Ah!
Solamente hay una cosa que quiero que tú comprendas.
Niña, yo te haré los milagritos si tú me pones la ofrenda.

Que yo no soy católico, apostólico, romano ni adoctrino
pero me llaman Santo porque soy divino,
porque soy divino, porque soy divino,
Pero no soy católico, apostólico, romano ni adoctrino.

Yo tengo este corazón
con ocho largos puñales clavaos en el alma mía,
que son como ocho dolores,
uno por cada provincia de mi madre Andalucía.
Sepan ustedes
que en el centro tengo a Cai,
que en el centro tengo a Cai,
¡ese es el que más me duele!

Que ha llegado El Santo
y a ti me consagro.
Tú pones la ofrenda, yo pongo el milagro.
Yo pongo el milagro.
Tú la ofrenda, yo el milagro.
Tú pones la ofrenda, yo pongo el milagro.


Santo, yo soy un santo



Santo, yo soy un santo,
y aunque tenga mis defectos,
ven y asómate a mirar
dentro del pozo de mis sentimientos.

Santo, yo soy un santo,
pero en mi desvarío,
de justicia tuve hambre
y en mis manos tengo sangre,
del que se lo ha merecido.

Yo soy un vil ladrón,
un golfo y un maton,
un simple delincuente.
Pero un bendito y un santo
para los ojos de mi gente,
para los ojos de mi gente.

Y si tú me lo pidieras la luna llena,
la mar serena,
los cuatro vientos te traería.
Y robo si es tu capricho
las puertas del paraiso
y el faro de Alejandría.

Porque has reido conmigo,
has llorado conmigo,
y has cantado conmigo
y has bailado..
y trasnochando los dos,
de la manita los dos,
tú me has pagado mas de lo que merecia.

Y he vuelto de la muerte a la vida
a pesar de mis pecados
y con la vida que tengo,
no tengo vida no tengo,
no tengo vida no tengo
pa agradecerte Tacita mía
lo que me has dao..
lo que me has dao.


Primo, escúcha primo



Primo, escúcha primo,
de Jerez de la Frontera,
que te está hablando tu padre
que es tu Cádiz aunque a tí te duela.

Primo, escúcha primo,
que siendo tú hijo mío,
con tu aire señorito
y ese pelo con patrico,
no sé a quién coño has salido.

Pero si miro bien,
el Jerez más humilde y puro yo diría,
tiene una cara canalla
que es igualita a la mía,
que es igualita a la mía.

Y aunque me quemo por dentro
y muero de celos me enorgullezco
de que tu equipo juegue en primera.
Si lo reconzco estallo,
pero envidio tus caballos,
tu campiña y tu solera.

Y en mi rincón más profundo,
sé que tienes la llave
del compás y del arte de este mundo.
Quiero que sepas Jerez,
que Cádiz es lo que es,
y que sin tí esta provincia no es la misma.

Y ahora que las lluvias te inundaron
y quedaste malherido,
aquí están los gaditanos,
aquí están los gaditanos,
toma mi tierra y mi casa
y mi corazón, que es el corazón
de tu pueblo hermano,
tu pueblo hermano.


Cuplé



La vida de un delincuente como yo
no hay que tomarla a cachondeo,
ni a mis enemigos les deseo
esta maligna situación.
La policía todo el día tras de mí,
siempre tocándome los huevos,
ya no hay medidas ni respeto,
para esta honrada profesión.
Y con la clase que yo tengo, me aperrean,
me cabrean y me fastidian, ay,
que me comparen con el Duque,
con el Torete y con el Vaquilla.
Yo soy el más escurridizo de to los chorizos,
el cuerpo del delito, un caramelito,
las mujeres me adoran,
y cuando alguna quiere que yo la atraque
po yo la atraco,
yo la atraco, la atrinco, y en el atraque
le meto el traco.

Si contigo me condenan al infierno,
y sin tí me nombran santo en los jardines del edén,
por tí ciudad gaditana mordería la manzana,
una y otra, y otra vez.
Y al edén po que le den, amén.



Suena, la vida suena



Suena, la vida suena
como una antigua gramola,
música que viene y va
igual que el mar en una caracola.

Suena, la vida suena,
y giran los recuerdos
con nostalgias de pizarra
y rumores de guitarra
que cuelgan del pensamiento.

Y a cada corazón
que suena una canción
que clava sus puñales,
mi corazón de gramola
sólo suena a carnavales,
sólo suena, carnavales.

Músicas de Paco Alba
que yo cantara
con mis amigos
que hoy más que amigos
son mis hermanos,
me suena a Pedro Romero,
con Villegas y Bustelo,
a nochecitas de verano.

Son las comparsas de antaño
que me traen los momentos
más hermosos o tristes
de esos años.
Quiñones, Ares, Martín,
y el Puerto traen un sin fin
de besos frescos
y de amor adolescente.

Las de Tino Tovar traen el recuerdo
que es más mío y más bonito,
bendita sea la comparsa,
bendita sea la comparsa
por otros ciencuenta años
y por cien años
y por mil años
en nuestra casa,
en nuestra casa.


Nombres, quedan sus nombres



Nombres, quedan sus nombres,
en la lista interminable
de mujeres que tuvieron
compañeros sucios y cobardes.

Nombres, quedan sus nombres,
pero no están sus vidas,
se las arrancó el delirio
y aunque olviden las Olvido,
no se cierran las heridas.

Son nombres de mujer,
Victorias que perdieron
la guerra en su alcoba,
con los moraos de la Lirios,
los Dolores de las Lolas.
Los Dolores de las Lolas.

Las Socorro sin Socorro
que aman a hombres sin Caridad
que le dan Martirio hasta su sepelio,
que aunque griten la Rosario
y se entere el vecindario,
no hay Ángeles ni Remedios.

Dentro del Carmen del miedo,
se marchitan Hortensias,
Azucenas y Rosas sin Consuelo.
Haber nacido mujer,
del vientre de otra mujer es su alegría,
y su orgullo y su condena.

De luto las Manuelas,
las Mercedes, Candelarias y Marías.
Malditos sean los hombres,
malditos sean los hombres
que acaban con las mujeres
y sólo dejan listas de nombres,
tan sólo nombres,
tan sólo nombres.


Lunes, otra vez lunes



Lunes, otra vez lunes
cinco de la madrugada
ya sonó el despertador
y el soldador se baja de la cama.

Lunes, otra vez lunes
me voy pal Astillero
qué razón tenía mi madre:
"niño, estudia que aún no es tarde
y vas a arrepentirte luego".

Tomándome un café,
mis treinta y cuatro años
miro en el espejo,
pero me duelen los huesos
como si ya fuera un viejo,
como si ya fuera un viejo.

Y ahora me dice el gobierno
de los infiernos
que hay que esperar dos añitos más
para jubilarme.
Si estoy con la soldadura
llenito de quemaduras
dos años más es matarme.

Dos años más de mi vida
que son míos, son míos
de mis hijos, mi casa y mi familia.
Ya está bien de negociar
el tiempo de los demás
para arreglar torpes errores de gobierno.

Dos años, que le importaran dos años
a un político cualquiera.
Vivo contando los días,
vivo contando los días,
un lunes tras otro lunes
vivo esperando y mientras espero
se va mi vía, se va mi vía.


Vasco, tu pueblo vasco



Vasco, tu pueblo vasco,
es lo mismo que mi pueblo,
lo que ocurre es que mi cruz
al ser del sur
tiene un color mas negro.

Vasco, tu pueblo vasco,
sabrás que Andalucía
se arrastró ante el señorito,
jornaleros pobrecitos,
que a pan y agua vivian.

Que vas a hablarme a mí
de llorar y sufrir si el maldito verdugo,
me clavo las cinco flechas
y en mi cuello puso el yugo,
y en mi cuello puso el yugo.

Cuando me miro al espejo
tampoco veo que me parezca,
a este pais que nunca me quiso.
Mis padres lo hicieron suyo
y se tragaron su orgullo
por no caer en el fascimo.

La lucha de un pueblo humilde,
por crear una tierra de mujeres y hombres
que hoy son libres.
Qué tienes tú contra mí,
yo nunca te hice sufrir
para que vengas a cantar contra mi gente.

No dejes que un fanático asesino,
a tu pueblo represente.
Deja las malditas armas,
deja las malditas armas,
lucha como los valientes,
como mi padre con tu palabra,
con tu palabra, con tu palabra.


Ea, nanita ea



Ea, nanita ea,
los ojitos se le cierran,
al soldado de ocho años
que no entiende nada de la guerra.

Ea, nanita ea,
el niño ya descansa.
Soñará que a otro soldado
otro niño de un disparo
le ha atravesado la infancia.

No sé si soñará
que su sucio camastro
cuatro ángeles guarda,
o soñará que la muerte
le susurra por la espalda,
le susurra por la espalda.

Soñará que sus manitas tan pequeñitas
dejan las armas
y que un buen día vuelve a la escuela,
o soñará que su cuerpo
lo encuentran solito y muerto
en el fondo de la trinchera.

Soldado dime que sueñas,
con tu corazón duro,
como dura es el arma de la guerra.
Naciste al sur, tan al sur,
de los confines del sur
donde a los niños no le dejan ni ser niños.

Soldado, aquí en el norte
a nadie importa ningún sueño, ningún tiro,
ni tu muerte ni tu vida,
ni tu muerte ni tu vida.
Suerte que cuando despiertes
dará comienzo otra vez de nuevo
tu pesadilla, tu pesadilla.


Fuego, la alumbra el fuego



Fuego, la alumbra el fuego,
que bajo el papel de plata
va calentando el veneno
que sin freno y sin perdón la mata.

Fuego, la alumbra el fuego,
sus ojos vi yo rotos,
esos ojos que de niño
solamente con un guiño
mi corazón volvía loco.

Sentada en su escalón
en su oscuro rincón,
quién sabe en qué planeta,
va de galaxia en galaxia
sin distancias ni maletas,
sin distancias ni maletas.

Y aunque su madre rezara
por que a su niña se le acabara
la maldición que la consumía,
ni un santo bajó del cielo
después de escuchar sus ruegos
para aliviar su agonía.

Pero yo sé por mí mismo
que cualquiera en mi barrio
pudo haberse caído a aquel abismo.
Mil veces quiso salir
de aquella vida infelíz
pero su fuerza se agotó con cada intento.

Y ahora cuando paso por la calle
si me ve vuelve a guiñarme
y grita desde la esquina,
y grita desde la esquina
ole los niños bonitos,
ay quién pudiera volver atrás
y vivir la vida, vivir la vida.


Cuplés final



Si contigo me condenan al infierno,
y sin tí me nombran santo en los jardines del edén,
por tí ciudad gaditana mordería la manzana,
una y otra, y otra vez.
Y al edén po que le den, amén.



Popurrí



Dicen de mí que soy un delincuente común,
y eso me parece horrible, soy delincuente, si, si,
pero no común, que yo soy único e irrepetible.

Me llaman el santo en toda la ciudad
porque pa la gente yo soy el amo.
Me llaman el santo y esa es la verdad,
aunque yo de santo no tenga na de na de na de na de na.
Desde que nací estoy en busca y captura como un Mesías,
concretamente treintitres años, nueve semanas y un día.
Tengo un diente de oro que ilumina mi boca,
con el dorado de los altares me hace una cara barroca.
Soy un mártir de tu sociedad que vive en la cuneta,
tus pecados son mis mandamientos,
y para que se cumpla tengo este puñal
que es, mi fe, mi credo y mi verdad,
y no me tiembla la mano si lo tuviera que usar.
Vengo de una familia de rateros de postín
yo soy un delincuente con pedigrí.
Me llaman el santo en toda la ciudad
porque pa la gente yo soy el amo.
Me llaman el santo y esa es la verdad,
aunque yo de santo no tenga na de na de na de na de na.

Voy a contarles rápidamente ya que estoy perseguido
que los mangantes de verdad tienen nombres y apellidos.
Político mangón, ladrón, tú eres peor que yo
porque a mi se me ve de venir, y a ti no.
Eres un farsante y un embustero,
borracho de poder y envenenado de dinero.
Eres un necio, un mal nacido,
porque no te duele el pueblo que te ha parido.
Un fantasma, una marioneta,
que cuando te conviene cambias de chaqueta.
Eres un cobarde, eres un rastrero,
no entiendes el problema y la tragedia del obrero,
un ignorante, sin sentimientos,
nos robas los dineros del ayuntamiento,
es tu negocio, vives del engaño,
te acuerdas de nosotros cada cuatro años.
Y luego sales por la tele con tus historias,
tus falsas promesas, tus paranoias,
hazle un favor a la población
y cállate la boca, gilipollas.
Mala gente, indecente,
que en este barrio nadie te regala nada, de nada
y el que la hace, y el que la hace la paga.
Político ladrón..

Callejero, tú sabes que yo soy
callejero caridad.
Callejero, tú sabes que yo soy callejero..
No quieras cambiarme ahora mi vida,
que yo he sido así de siempre,
que aunque yo no sea un santo
tampoco tú eres virgen precisamente.
Muchachacha no maltrates mi corazón,
que aunque yo sea un bandido, herido,
tú eres, peor que yo.
Callejero, tú sabes que yo soy
callejero caridad.
Callejero, tú sabes que yo soy callejero..
No juzgues a mi persona, querida,
soy esclavo de tus vicios,
y si ando en la delincuencia
es por saldar las cuentas de tus caprichos.
Muchachacha mienten cuando te hablan de mi,
y aunque bese a cuarenta, o cincuenta,
yo solo, te quiero a tí.
Callejero, tú sabes que yo soy callejero..

Te daré mi absolución
yo que pa ti soy el santo,
y aunque me sabes ladrón
prefieres que sea yo, el pañuelo de tus llantos,
el pañuelo de tus llantos..
Te daré mi absolución
si una falta has cometido
aunque tu único pecado es nacer,
es nacer donde has nacido,
es nacer donde has nacido..
Bienaventurado tú,
que no disfrutas el fruto
del trabajo de tu sangre,
y haces piruetas sobre el alambre
pa llegar a fin de mes,
pa llegar a fin de mes..
Bienaventurado tú,
viviendo en esta Tacita
que te ata de pies y manos,
y aún se te llena la boca
gritando soy gaditano,
¡soy gaditano! Soy gaditano..
Y yo, que soy malo, malo,
de los malos, de esos malos
que tiene por sangre veneno,
solamente por ustedes
por el cariño de ustedes,
me vuelvo bueno.
Y ya no me digan el santo,
que ese nombre esta prohibido
y decirlo nadie puede,
llamarme sólo ladrón
por que el santo no soy yo,
que los santos son ustedes,
que los santos son ustedes..
Que los santos son ustedes..

Me persigue la policía y tengo que irme,
nos veremos en otra calle y en otra esquina,
si me pillan y ven que tardo, me cachearan,
leerán mis derechos y yo juraré
por lo mas sagrado que yo no he hecho.
Si por mala suerte me fuera un día pal otro barrio
no olvides mi doctrina y mi catecismo,
amarás, a Cádiz sobre todas las cosas
y a los gaditanos como a ti mismo.
Que mi tierra santa es esta ciudad,
bendita tú eres reina del mar,
y bendito sea tu joven vientre de tu Bahía,
y quedó mi biblia, mi religión
que es lo más sagrado en mi corazón
y no hay más milagro que seguir viéndote cada día..
Mi catedral es mi barrio,
y en mi barrio mando yo.
Y la calle es mía,
y la calle es mía..
Y la calle es mía..