martes, 26 de mayo de 2009

Gallos de pelea

Vámonos un poco para atrás en el tiempo, concretamente al año 1981, con la comparsa Gallos de pelea, semifinalista, con letra de Joaquín Quiñones y música de Aurelio del Real.

Como anécdota decir, que Juan Carlos Aragón en sus 'memorias' que hizo este año en Diario de Cádiz nos contaba que escribió un pasodoble para esta comparsa: «En 1981, por mediación de mi tío Antonio y de Aurelio del Real, escribí por encargo un pasodoble dedicado a Félix Rodríguez de la Fuente, para la comparsa Gallos de Pelea. Pero me dijo mi tío que no escribiera más, que el letrista le había cambiado dos frases y lo había presentado como suyo. Yo lloré como lo que era, como un niño, como Pedrosa pero sin moto; y exclamé: "¡po dile al letrista ése, que cuando yo sea mayó le viá hasé unos cuplé que se va a enterá!".»

Pongo el que, supongo, es ese pasodoble al que se refiere, y alguno más:



Lejos de su tierra



Lejos de su tierra, entre las montañas,
descansó pa siempre un gran naturalista.
Con lo que él amaba esas cumbres blancas,
quién iba a decirle que allí moriría.

La naturaleza fue su única musa,
su razón de vida, su norte y su guía.
Los animales perdieron ya,
a su fiel amigo que nunca en la vida
podrán olvidar.

En este perro mundo
de mentira y burda farsa,
él vivió en otro galaxia
de ternura y comprensión.

Lo demostró,
con el celo que mimaba,
cuando en sus brazos posaba
y en sus manos alimentaba
al salvaje y fiero halcón.

Querido Félix:
tu gran águila real,
lleva la muerte en sus alas;
frío y triste es su volar.

Y allá en las montañas el lobo
que fue tu gran obsesión,
en esas noches de luna,
cuando aúlle de amargura
te dirá su último adios.


Es el comparsista



Es el comparsita, alma de la fiesta
y todos merecen la misma atención.
Los que por desgracia, no están ya en la tierra
nunca hay que olvidarlos en un triste rincón.

Por eso nos duele que una minoría
no los tuvo en cuenta en cierta ocasión.
Los comparsistas, merecen ya
ese monumento que los inmortalice
en su tierra natal.

Cuando al balcón del cielo
se asome cualquier poeta
y vea un busto en la Caleta
yo no sé qué sentirán.

No hay que olvidar
que pa engrandecer la fiesta
no hace falta ser lumbreras,
hay quién no fue ni a la escuela
y también supo cantar.

Vamos a ser justo
sin discordias ni dilemas
cada palo aguante su vela
pa qué nos vamos a engañar.

Porque el pueblo así lo quiso
y hasta me ofende el dudar,
pero qué pueblo lo quiso,
unos cuantos que dijeron
llamarse voz popular.


Lo mismo que el gallo



Lo mismo que el gallo, en el reñiero,
lucha por su vida, sin contemplaciones,
yo ando por el mundo, duro y traicionero,
haciendo mi guerra, sin vacilaciones.

Él tiene un instinto, yo la inteligencia,
pero defendemos las mismas razones.
Él es valiente, necesiá, yo soy más prudente
y enseño los dientes cuando no puedo más.

Él sueña con la aurora,
es muy presumío y bello,
dominante y altanero
y su cresta forman olas.

En cambio yo, soy desgarbao y feo,
ambicioso y embustero,
a pesar de ser pionero
de toda la creación.

Vive dichoso en tu mundo de plumaje,
que aunque es de varios colores
tienen los mismos ideales.

Yo tampoco estoy quejoso
que me parieran asi:
vente a mis brazos, mi amigo,
tú en tu mundo, yo en el mío,
que lo que importa es vivir.


El día veintiocho



El día veintiocho del mes de febrero
de nuevo el gobierno nos pisoteaba,
cambiando de rumbo, nuestros derroteros,
nuestra autonomía la manipulaban.

Con falsas promesas, de un articulado
a mi andalucía, la paralizaban.
Porque se empeñan en conseguir
que los andaluces seamos traseros
de nuestro país.

Si Andalucía acatando decisiones,
sin violencias ni rencores
ha esperado la autonomía.
El viento al sur
no sopló nunca en las cortes
pa qué tantas discusiones
si nos sobran mil razones
para no llevar esta cruz.

¡Ay andalúz!,
más vale tarde que nunca,
aunque en el sur por desgracia
condenaos estamos a esperar.

El que no llora no mama,
dice un refrán del país,
pero el gobierno demuestra
privilegio a los que maman
por la boca de un fusil.


Estribillo

España es un reñiero,
por dos gallos dividía:
uno que se llama pueblo,
el contrario jerarquía.
Si dejaran de luchar,
otro gallo cantaría..

1 comentarios:

Jesús María dijo...

Estupenda comparsa!