Tras el éxito que obtuvo con su chirigota un año anterior, con Los Yesterday, a Juan Carlos, como pasa con los grandes, se le exigía aun más. Y no se si ofreció más, pero creo que cumplió con creces, con una de sus mejores chirigotas en mi opinión. Y creo, si mal no recuerdo en alguna entrevista del autor, su chirigota preferida.
El tipo, una especie de grupo de música flamenco pop. Entraron en la final, y consiguieron un cuarto puesto.
Presentación
Yo tengo una duquela, una duquela,
duquela mía..
Se me secaban to los huevos,
por la noche y por el día.
Y es que el flamenquito que yo hago, prima mía..
Es un mojón, de categoría.
Apaleao, los gaditanos están apaleaos,
pero felices, que hay que ser pringao.
¡Primo!, eso, y primo.. pringao y primo,
primo y pringao,
los gaditanos más felices, cuanto más apaleaos..
El Mentidero, ¡presente!,
la Barriada, ¡presente!,
Loreto, ¡presente!,
Puntales, ¡presente!,
Cerro Moro.. Cerro Moro..
¿qué de qué?.
Bahía Blanca, para servir a Dios y a usted.
La Laguna.. también.
La Viña,
Santa María.
Cádiz está muy bonito, que muy limpito,
que muy arreglao,
con luces por toda la playa,
y con el desoterrao.
Porque la alcalda que es una tía mu soterrona,
a puesto Cádiz como la selva del Amazonas,
primo.. del Amazonas..
que.. desoterrona..
Con placitas de jardinas,
y arbolitos que hay plantaos,
para que se fumen bien los porros
nuestros veinte mil paraos..
Pero que importan los paraos..
¡Lo que importa es que haya árbol
y macetas por tos laos!.
Así que politiquillo ten cuidao,
que cuando vayas a venir
porque de aquí puedes salir, si, si, si..
¡mira!, ¡apaleao!.
Mira que éstos flamenquitos son demasiao,
¡apaleao!,
Mira que éstos flamenquitos son demasiao,
¡apaleao!,
Mira que éstos flamenquitos son demasiao,
¡apaleao!,
Lere lerele rele, lerelelé..
Me ha dicho Arancha
Me ha dicho Arancha con rencor
que no le van los gaditanos,
y que en ciudades como ésta
se le atragantan los veranos.
Que viene a Cádiz por sus padres
pero si por ella fuera,
se pasaría el mes de agosto
en otro sitito cualquiera.
Que prefiere el atractivo cultural
de Sevilla y de Madrid.
Que aquí sobran las caballas
y las noches en la playa,
y que con tanto chimpún de carnaval,
dónde vamos a llegar.
Que no le gusta mi barca,
porque la brisa le quema
y no le pone morena
su piel fina y castellana.
Que cuando hace levante,
se le levanta el vestido.
Pero tiene un hermano
que es la canela en rama,
y me dijo paisano
tú pasa de mi hermana.
Si tuviera dinero,
yo te lo cambiaría,
por un timón y una gorrita
de marinero de la bahía.
Dijo el poeta
Dijo el poeta de los mares:
"si mi voz muriera en tierra,
llevármela al nivel del agua,
y repartirla en la rivera".
Y digo yo que si mi voz
muriera un día en la batalla:
"llevármela junto al poeta
de nuestra compañera playa".
Si mi voz muere contigo Rafaél,
nunca, nunca, morirá.
Como no muere de pena,
el vivir sin tu melena,
dibujando sobre mares de papel
la palabra libertad.
No morirán en la tierra,
ni tu voz, ni tu persona,
ni morirá tu paloma
de la paz sobre la guerra.
Y con el puño cerrao,
y con las manos abiertas.
Cuando con mi barquilla,
navego la Bahía,
y miro para la orilla,
Puerto Santa María.
A la marea digo,
a la mar marinero,
no morirá el gaditano,
el poeta, el amigo,
y el compañero.
Sé de mujeres
Sé de mujeres más bonitas
que el balcón de la Alameda,
son las que llevan en su cara
el sur del mundo en primavera.
Y de mujeres más valientes
que los niños de La Habana,
son las que pintan en su frente
las cinco puntas de Guevara.
Y mujeres tan divinas
que al morir
no te dejan ni rezar.
Y mujeres más profundas
que los clavos de mi tumba.
Y mujeres tan mujeres
que al nacer
lloran como una mujer.
Sé de mujeres sin nombre,
sin patria, ni carretera.
Mujer que son de cualquiera.
Que reniegan de ser hombre.
Sé de mujeres graciosas,
Cádiz las hace distintas.
Sé de mujeres buenas
y de mujeres malas,
que no vale la pena
ni siquiera nombrarlas.
Sé de una viejecita
que es la que más me quiere.
Y esa es mi madre del alma,
la reina bonita,
de las mujeres.
Será que el alma de ésta tierra
Será que el alma de esta tierra
es la misma que la mía,
que si me repican las palmas
me vuelvo loco de alegría.
Será que la canción de cuna
que mi abuela me cantaba,
era una copla tan bonita
que al acabar me despertaba.
Será que en vez de enseñarme a trabajar,
me enseñaron a vivir.
Más allá de la desgracia,
y en el patio de mi casa,
como era un patio tan particular,
no me dejaban llorar.
Será que a mí las campanas
no me sonaban a muerte,
será que tuve la suerte
que me echara una gitana.
Cuando me dijo "flamenco,
quédate en Andalucía,
que aquí las tritezas
se pintan de lunares,
y si faltan riquezas,
sobran los carnavales".
Será porque he nacido
andaluz y flamenco,
que de morir por vivir
como siempre he vivido
no me arrepiento.
Yo soy la última
Yo soy la última palabra
soy la voz de cada día,
y no hay más voz, ni más palabra,
ni más verdades que la mía.
Así la gente que me escucha
estará siempre conmigo,
pero no digo lo que pienso,
porque me pienso lo que digo.
Y callendo a quien no dice lo que yo,
solo queda mi verdad,
tengo la misma influencia,
que la banca y que la Iglesia.
Gano siempre porque nunca se perder,
yo soy el cuarto poder.
Que aunque me pongo las botas
a cuenta de éste teatro,
no admito ni un desacato
de una simple chirigota.
Y siempre tengo un chivato,
y siempre tengo un pelota,
yo, no soy tan valiente,
ni, soy tan gaditana,
pero, hago con la gente,
lo que me da la gana.
Por eso estoy dolido,
porque me he dado cuenta,
de que ésta noche mis huevos
me los he comido a la flamenca.
Cuplés - Estribillo
Qué anda, y ole, mira, toma, primito..
que ni ésto es flamenquito, ni ésto es ná,
que ésto es, ¡gloria!, Carnaval..
que ésto es, Carna.. eeeh.. aaah..
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