viernes, 3 de octubre de 2008

Sonrisillas

Se dice, que con ésta comparsa, Antonio empieza a marcarse el estilo con el que años después tuvieran sus comparsas.

[...] al momento visualicé en mi mente al mítico payaso catalán Charlie Rivel y su inseparable silla. El concepto estaba claro: el Carnaval, el Falla, era nuestra carpa y el nombre tenía que hacer alusión a ese payaso en particular que daba tanta pena cuando nos reíamos de él. [...]





Déjame niña un requiebro,
para cantarle a mi pueblo,
por Carnavales.
Y aunque me diga la gente,
que soy un muerto viviente,
ya cambiaré..

Y si muero de locura,
que es una muerte muy dura,
para un amante..
Y si de locura muero,
en Carnaval en febrero,
reviviré..

Cuéntame niña tus penas,
que sufriré la condena,
entre tus brazos..
Que si tengo alguna herida,
yo buscaré siete vidas,
para olvidar..

Pisa con garbo mi capa,
y si ésta noche te escapas..
ya habrá otros días.
Te espero mañana noche,
casapuerta número doce..
y aunque el cristal de la vida
igual siempre brilla en ésta locura..
sólo brillamos tú y yo..
Y si alguien no te quiere
que de sus razones y que los tiburones..
se los coman de un tirón.

Ya está sonando ese tic-tac, tic-tac,
vente a jugar por Carnavales,
un callejón sólo te puedo dar,
allí maullaremos a Cádiz.

De bandolero, muerto, loco, antiguo,
un día muñeco, un día gato,
siempre te canto..

¡Hoy me he pintado una sonrisa
para darte mi niña hasta el corazón
de éste payaso!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola. Creo que la primera línea de la penúltima estrofa/cuarteta no dice lo que tú pones, sino lo siguiente:

De bandolero, loco, muerto, antiguo...

Lo que va haciendo, como en el resto del pasodoble, es repasar sus tipos anteriores hasta ese momento.

Un saludo.

Gonzalo dijo...

Sí, es verdad, fallo mío. Ya lo he cambiado.

Gracias.